A NUESTRA DULCE TIERRA


En nombre de la gente de la Tierra, que ha disfrutado de tu hospitalidad durante
tantas centurias, te decimos: ¡QUE DIOS TE BENDIGA! permite que la humanidad
ahora te sirva, hasta que seas devuelta a la belleza, perfección, armonía y balance que
tenías antes de que tus huéspedes arruinaran tus bellas vestiduras! Por las múltiples
primaveras, con la belleza que trajo esperanza y promesa a la Tierra, ¡gracias! Por la
riqueza de la cosecha, te damos gracias. Por la mismísima plataforma sobre la cual
descansan los pies de la raza con toda seguridad, dilucidando sus destinos
individuales, te damos gracias. Por la protección y cuidado que le das a los
Elementales y al Reino de la Naturaleza, te damos gracias.
A todos aquellos que han servido contigo, el Reino de los Ángeles, los Elementales,
los Grandes Directores de los Elementos de agua, aire, fuego, tierra y éteres, les
decimos: ¡QUE DIOS LOS BENDIGA!
El Fíat de la Ley Cósmica requería que ustedes emitieran más Luz. Fue la
humanidad quien opacó esa Luz. ¡Es Nuestro decreto que la humanidad ahora se
levante y les devuelva su LUZ NATURAL! Para este fin, Nosotros (la Jerarquía
Espiritual) nos dedicamos, y a esta causa invocamos a los justos entre los miembros de
la raza humana que sienten que no es la Tierra, sino sus saqueadores quienes deben
"corregir las cosas".
¡Oh, dulce Tierra, te amamos! Recordamos muchas horas felices en tu superficie.
Volveremos a verte brillando de nuevo con la Luz del Sol. Ni siquiera Venus, con toda
su gloria celestial, llevará vestidos más bellos que los tuyos, tejidos con el amor de
aquellos de Nosotros que estamos agradecidos por tu hospitalidad, paciencia e
indulgencia.  

De, "Diario del Puente a la Libertad. El Morya. Thomas Printz"

2020 GHM, Argentina
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