Amado Maestro Ascendido Saint Germain en Libro de Oro

<<<LAS EXPERIENCIAS resultantes de los aparentes misterios de la vida cuando son bien comprendidos, son bendiciones disfrazadas, ya que cualquier experiencia que nos hace volvemos hacia la única Presencia «YO SOY», «Dios en Acción», nos habrá servido de maravilloso propósito y bendición. Las situaciones desafortunadas se producen porque las personas se ponen siempre a buscar en los orígenes externos su existencia, la inspiración y también el Amor, que no es sino la Presencia Suprema y su Poder en el Universo. No importa cuáles sean las condiciones a las cuales tengamos que enfrentamos, no debemos perder la idea de que el Amor es el eje del Universo sobre lo cual todo gira. Esto no significa que tengamos que amar la inarmonía, la discordia o ninguna otra cosa que no se parezca al Cristo, pero sí podemos amar a Dios en Acción, a la Presencia «YO SOY», en todas partes, pues lo opuesto al odio es el Amor y «nadie puede odiar sin haber amado profundamente primero». Cada ser humano es un poder y debe ser el Principio Gobernante de su vida y su mundo. En el hecho que dentro de cada ser humano está la Presencia «YO SOY» siempre actuando, se puede ver que cada uno mantiene entre sus manos físicas el cetro del dominio y debe recordar que la invencible Presencia de Dios es en todo momento la actividad inteligente de su mundo y sus asuntos. Esto le mantiene la atención alejada de la apariencia exterior, que jamás contiene la Verdad, a menos que sea iluminada por la Presencia «YO SOY». No importa cuál sea el problema a solucionar, no hay sino un solo Poder, una Presencia y una Inteligencia que pueda resolverlo. Ese es el reconocimiento de la Presencia de Dios, contra la cual no puede interferir ninguna actividad exterior, a menos que la atención se separe consciente o inconscientemente de este reconocimiento y aceptación del Poder Supremo de Dios. El Principio vital, continuamente activo, está siempre tratando de expresarse en su Perfección natural, pero los seres humanos con su libre albedrío, consciente o inconscientemente lo califican con
toda clase de distorsiones. El individuo que mantenga su atención firme en la Presencia «YO SOY en
Dios y con Dios», se convierte en un Poder Invencible que ninguna manifestación humana puede
derrumbar. Al hacer conciencia de «Yo estoy aquí. Yo estoy allá», aparecen personas que nos ayudan cuando esto es necesario, ya que el «YO SOY» está dentro de aquellos amigos también. La liberación de todo dominio o interferencia sólo puede venir por esa Presencia. «YO SOY Dios en Acción». en la vida del individuo. Muchas veces requiere gran tenacidad aferrarse a la Presencia, cuando las apariencias parece estar dominando. Hay un viejo refrán que dice: «Nadie ha fracasado mientras no se rinde». Esto es verdad, porque mientras un individuo se una a Dios como su inteligencia gobernante, no hay actividad humana que pueda interferir en la gran emanación que fluye alrededor de uno.>>>
Amado Maestro Ascendido Saint Germain.
Libro de Oro o Pláticas del YO SOY
Capítulo XII