Diplomacia sin engaño

DIPLOMACIA SIN ENGAÑO
A lo largo de las centurias que han transcurrido, han existido
cortesanos y diversos individuos que ocuparon cargos diplomáticos
en representación muchas naciones. Todos estos individuos pasan
por los movimientos de la gracia pero, detrás de sus acciones, muy a
menudo está el motivo de la auto-preservación o autoengrandecimiento. Por tanto, estos individuos no son los
"diplomáticos sin engaño" de los que tan a menudo hablaba Saint
Germain... ¡estos son hipócritas! De manera que podrán ustedes
decir "gracias" mil veces y de muchas maneras, y podrán abrirle la
puerta a otro como un verdadero caballero y decir "Dios te bendice";
pero si el sentimiento motivado dentro de ti para hacer estos actos
no es un amor genuino y gratitud a la vida por la existencia de la otra
corriente de vida y sus empeños por promover y expandir las
actividades de Dios (el bien) en esta tierra... ¡entonces todas tus
palabras de gracia simulada no representan nada!
Sin embargo, cuando el sentimiento de gracia se descarga desde
dentro del corazón, realmente hace del apretón de manos, la
bendición o siquiera el pequeño favor, un regalo desde Dios mismo...
¡y el receptor lo siente! Ustedes no pueden engañar al mundo
emocional de otra persona a menos que él o ella este bajo la
influencia de esa entidad humanamente creada de la adulación.
Por el contrario, si el individuo es honesto diligente y sincero, y ha
desechado la capacidad de permitir que la adulación lo desvíe de su
propósito, la corriente de vida que descarga los sentimientos de
gracia alcanza el corazón del otro, encontrando allí un anclaje en el
mundo de quien busca amor, confort estímulo a lo largo del sendero
de la vida. De esta manera, quien bendice es capaz entonces de dar si bendición.

De "Diario del Puente a la Libertad. Lady Nada. Descargado por el Amado Arcángel Uriel."