Discurso XIII- La belleza de un corazón comprensivo..

La belleza de un corazón comprensivo no tiene límites, ya que el empeño por alcanzar este sencillo entendimiento de las Leyes Superiores para ponerlas en práctica a diario, le permite a la Magna "Presencia" Maestra derramar Su Fragancia sobre las vidas de aquellos que reconocen a la "Presencia"; y mediante esto, brindar de tiempo en tiempo toda la asistencia posible a tales individuos para equilibrarlos en la aplicación exitosa del entendimiento que poseen.
A fin de que los estudiantes o los individuos tengan una comprensión de la Magna Fuerza que utilizan en todo momento en que están despiertos, tienen que tratar de ver dónde y cómo están utilizando esta Fuerza maravillosa. Tal cual se trae a la atención de los estudiantes por un conducto u otro, ellos están emitiendo constantemente una energía tremenda. Esto, si se le entiende y se le dirige conscientemente hacia un propósito dado, no podría fallar (ni fallaría) en proporcionar un logro expedito.
Decir esto resulta algo brutal, pero es verdad y hay que decirlo: los individuos emiten la mayor parte de la fuerza a través de la ira o el resentimiento en algunas de sus formas sutiles. ¿Por qué? Pues, porque tal acción genera un sentimiento intenso. Todo aquel que no entiende esto o -entendiéndolo- no lo controla, no hace más que retrasar la hora del logro. Muchos individuos (incluyendo hasta estudiantes avanzados) han llegado a pensar que no es posible generar conscientemente y a voluntad un sentimiento intenso, de acuerdo al deseo.
Quiero decirles con toda seguridad y verdad que cualquiera puede -si lo desea, generar la misma intensidad de sentimiento por la adherencia a la luz, igual que la generaría en un arranque de ira, mal humor o desaliento.
Estos son dos opuestos. El permitir dejarse caer en un estado de desánimo o desaliento no es más que dejarse usar. En vez, el individuo debe ponerse de pie y aprovechar esta oportunidad. Debería generar un amor intenso, el polo opuesto a su melancolía o ira; y a través de tal sentimiento, lograría la maestría sobre su problema. Sin embargo, no es frecuente que éste sea el caso. Pero aquel que lo haga será siempre el maestro de toda condición. Cuando el estudiante a quien se le han presentado múltiples ejemplos de la Magna Actividad de la Gran Ley
-Dios dentro de él- permite que la depresión lo envuelva momentáneamente, lo único que está expresando es una forma de auto-lástima, lo cual el estudiante sincero debería evitar de la misma manera que se apartaría de una víbora venenosa.
De, "Instrucción de un Maestro Ascendido. Maestro Ascendido Saint Germain. Discurso XIII"