El retorno del hijo pródigo
"EL RETORNO DEL HIJO PRÓDIGO"
"Me levantaré e iré a mi padre." Cuando el individuo ha decidido, en
su interior, regresar conscientemente y morar dentro del Aura,
Presencia y Conciencia del Padre de Luz, debe desvincularse de los
vehículos a través de los cuales su propia Divinidad tiene
necesariamente que expresarse.
Así como la mamá águila, empujando del nido al tímido aguilucho,
despliega sus grandes alas debajo de él para proteger sus
vacilantes y espasmódicos esfuerzos del desastre de un posible
pánico y destrucción, de la misma manera la conciencia centrada
en la "Presencia YO SOY" sostiene y dirige los vehículos (v.g.
cuerpos) que se remontan y que se precipitan, volviéndolos siempre
hacia arriba, hacia el cielo. Una y otra vez, al precipitarse a tierra
uno u otro de los cuerpos, atraídos por el tirón de la gravedad de
sus propias tendencias y momentums, la conciencia del individuo
debe detener su vuelo descendente, y amablemente - pero
firmemente- ordenarle a ese cuerpo en particular; "Ven,
volveremos a elevarnos e iremos al Padre."
Cuando el estudiante encuentra a su cuerpo mental abrigando
pensamientos impuros e imperfectos, debe ordenarle
conscientemente al cuerpo mental que se levante y que entre a la
Conciencia del Padre, la cual no permite ningún patrón negativo o
imperfecto de pensamiento.
Cuando el estudiante encuentra que su mundo emocional está
generando e irradiando sentimientos perturbados e inarmoniosos,
debe ordenarle conscientemente al cuerpo emocional que se
levante y entre a la Conciencia del Padre, la cual irradia
únicamente sentimientos armoniosos, pacíficos, felices y
constructivos.
Cuando el estudiante encuentra que su cuerpo etérico está
conjurando memorias pasadas de infelicidad y angustia, debe
ordenarle conscientemente al cuerpo etérico que se levante y entre
a la Conciencia del Padre, en la cual podrá reflejar y expresar la
"Gloria que todo hombre tenía en el principio, antes de que el
mundo existiera."
Cuando el estudiante encuentra que su cuerpo físico está
registrando enfermedad y angustia, pasión, lujuria o discordia de la
índole que sea, debe ordenarle conscientemente al cuerpo físico
que se levante y entre a la Conciencia de la transfiguración de la
carne a Luz en la Presencia del Padre.
Gradualmente, los vehículos son entrenados de la misma manera
que los padres sensatos entrenan a los hijos que se les han
confiado a su cuidado. Impersonalmente, pero decididamente, el
"YO SOY" recoge el cuerpo particular que, de cuando en cuando,
olvida la resolución y fíat del Ser de levantarse y permanecer con El
Padre. Una y otra vez, el individuo debe pacientemente decir: "Ven
-levantémonos y vayamos al Padre." Gradualmente, la Felicidad, el
Poder, la Paz y la Perfección de la Presencia del Padre de tal
manera se incrustará en los miembros del hogar, que nadie sentirá
la más mínima inclinación a extraviarse, ni siquiera por un
momento, en las inarmonías del mundo de las apariencias, este es
el proceso de la ascensión.
De, "Diario del puente a la Libertad. Volumen 1. Amado Maestro Ascendido Saint Germain"