LEALTAD BIEN ENTENDIDA

Hijos de Dios, la medida de la lealtad del hombre a Dios está determinada por lo que él permite que permanezca en su mundo, en su cuerpo, en sus asuntos, en su hogar y en su aura. Doblegarse ante las circunstancias es ser desleal al Padre. No me refiero a una violenta exhibición externa de celo emocional. Me refiero a un constante mirar hacia la Naturaleza de ese Padre Celestial hasta que comprendan Su Poder como Supremo, aún sobre la apariencia de la muerte, hasta que mediante la contemplación, lleguen a amarlo lo suficiente como para confiar en que Él responderá instantáneamente a su más ligero susurro o a su fuerte comando para manifestar Su Gloria, Su Liberación, Su Salud, Su Suministro y Su Voluntad doquiera que estén en el Universo.
Amado Maestro Ascendido Jesús
"Boletines Privados de Thomas Printz. Volumen 1"