No esperar

NO ESPERAR
No esperes que Dios actúe dramáticamente, porque no lo hará. Si quieres que algo suceda" debes
efectuar un cambio en tu propia perspectiva mental con lo cual, tu experiencia externa cambiará
automáticamente. Cuando las personas están esperando un milagro drástico desde el exterior, realmente tienen la esperanza de cambiar las condiciones, sin cambiarse a sí mismos, de obtener de hecho algo por nada, y eso sería una violación a la Ley Cósmica.
No esperes que Dios te diga desde el exterior lo que tienes que hacer, El no lo hará. Algunas personas
me han dicho, "Bueno, estoy listo. Para cualquier cosa que Dios quiera que yo haga, estoy listo. Si quiere que vaya a California, o a Europa, o comience cualquier trabajo para El, yo estoy listo". Me he dado cuenta que tales personas son aptas para continuar "estando listas" indefinidamente, sin que nunca suceda nada. El hecho es que están esperando una experiencia dramática como la que le pasó a Moisés en el Sinaí, o a Pablo en el camino a Damasco. O probablemente esperan que llegue un muchacho de la "Western Union" con un telegrama de instrucciones del cielo. Nada de estas cosas sucederá.
Si verdaderamente estás "listo para hacer el trabajo de Dios", tendrás una idea clara de lo que vas a
hacer y de cómo te propones hacerla y es probable que también sepas aproximadamente, dónde lo vas a hacer.
Eso es estar listo. Si no tienes algún deseo definido o plan, entonces no estás "listo", por eso, no te
engañes a ti mismo sino apresúrate a realizar un tratamiento para obtener una guía. Haz tratamientos
para obtener guía, inspiración, sabiduría y una actividad correcta hasta que tengas un entusiasmo vívido, claro y de todo corazón por un plan definido. Entonces, verdaderamente estarás listo para hacer el trabajo del Señor, y si vitalizas tu plan con un continuo tratamiento, nada podrá impedir tu éxito.

De, "Encuentra y usa tu poder interno. Emmet Fox"