PODER MAGNÉTICO DE LA FE
¿Saben ustedes en qué consiste la Actividad de defender la Fe de toda una evolución
-Angélica, Humana y Elemental? Pues, ese es Mi Servicio a la Vida en este universo, y
si esa cualidad en particular fuera eliminada de la conciencia de cualquier inteligencia,
el poder cohesivo que la mantiene conformada inmediatamente sería neutralizado... ¡y
el individuo dejaría de existir!
Hay un Poder Magnético del Corazón de Dios dentro de la Cualidad de Fe que atrae a
la corriente de vida esa sustancia, actividad, manifestación y forma, dentro de la cual
dicha persona invierte la Fe de su propia Esencia de Vida. El hombre ha tenido Fe en
seres humanos, en sistemas de castas, en órdenes religiosas, en maquinaciones
políticas, en talismanes místicos... y -de acuerdo con la naturaleza de AQUELLO sobre
lo cual ha reposado voluntariamente la Fe del hombre- así la corriente de vida
cosechó sonrisas o lágrimas.
Millones de hombres y mujeres infelices tienen Fe en las doctrinas comunistas
promulgadas por seres humanos depravados; y a través del libre albedrío, ningún
hombre puede negarle a otro el poder de invertir su Fe de acuerdo con su escogencia y
diseño particular. Pero la Vida misma, a través del largo e inexorable curso de años y
centurias, eventualmente le enseña a la conciencia el Poder de la Fe y el Discernimiento
necesario para determinar dónde habrá de invertirse la Fe... y la esperanza de que sólo
la Fe en Dios traerá la Naturaleza, el Sentimiento y las Manifestaciones de Dios al
mundo individual de quien escoja en CREER en dicho Poder Supremo... ciertamente
trabajando a través de personas... ¡pero ESE PODER MAESTRO! ¡SUPREMO! ¡MAESTRO!
¡TODO!
Ya que esta pulsación de Fe es parte integral de la vida de todo hombre, mujer y niño,
se hizo Mi Servicio, el custodiar dicho sentimiento aunque estuviera mal invertido, de
manera que la capacidad de sentir Fe nunca muriera. Esto ha resultado bastante difícil
ya que el hombre, en sus largos años buscando la felicidad, ha experimentado de tal
manera con el sentimiento de Fe... y tan a menudo ha cosechado desilusiones,
amargura y lágrimas... que ha jurado "nunca jamás volver a creer o confiar"... ¡y es aquí
donde, desde la Octava de la Luz Eterna, Yo siempre He entrado al escenario! Es mejor
haber amado y confiado y encontrado deficiente el objeto del afecto, que no haber
nutrido del todo la capacidad de confiar, ya que el momentum crece -aún en la
desilusión; y todos aquellos que sean capaces de "creer" aún cuando los fuertes
retoños de su Fe son finalmente atados al propio Corazón Flamígero de Dios, dejan una
huella de Llama sobre la cual las respuestas a todo Llamado podrán entrar cabalgando
triunfalmente al corazón de los fieles. La Fe es una de las Cualidades más contagiosas
de la Deidad.  

De, "Diario del Puente a la Libertad. Arcángel Miguel y Señora Fe. Por el Arcángel Miguel"