Razón de fallo
RAZÓN DE FALLO
A continuación se detalla la razón por la que los estudiantes retrasan justamente aquello en lo cual desean tener éxito. Consideremos lo siguiente a modo de ejemplo: si el estudiante ha trabajado diligentemente, conociendo la Verdad y dirigiendo conscientemente el Poder de la manera correcta, y entonces, si de repente permite que el desánimo o la melancolía se agiten en él durante una hora, el estudiante podrá -dependiendo de la intensidad del sentimiento- disolver todo lo que ha logrado en días o semanas de trabajo fervoroso. Este es un recordatorio a los estudiantes de que se paren firmes y nunca cedan o le den poder a nada que no sea la Magna Presencia de Dios, la cual logra todas las cosas a través de Su Magna Presencia y Poder de Amor Divino.
Lean este recordatorio: Si los estudiantes son lo suficientemente fuertes como para encarar esta Verdad - leer este recordatorio cuando notan que resbalan-, se constituirá en una Ilimitada Fuente de Fortaleza y Entusiasmo para ellos, ya que a través de estas Palabras fluirá a quienes las lean un Magno Poder Sostenedor.
No hay nada que tenga una importancia mayor -y, empero, es tan sencillo que hasta un niño lo puede
entender- que un estudiante observe y vea en qué manera está emitiendo constantemente esta Gran Energía.
La manera sencilla y natural en que uno constantemente está -como quien dice- emitiendo esta fuerza es suficiente para lograr las cosas ordinarias. Pueden ustedes ver, entonces, el gran poder adicional y energía que se puede enviar mediante el uso consciente de la determinación y voluntad.
La gente a menudo dice: "¿Cómo puedo saber si estoy usando la voluntad externa o la interna?" -cuando es realmente fácil determinarlo, al saber que cualquier deseo constructivo constituye el uso de esta Voluntad Interna o Divina. Si los estudiantes aceptaran y utilizaran estas sencillas, si bien Magnas Verdades, no encontrarían dificultad alguna en manejarse a sí mismos o a la condición que fuese.
De, "Instrucción de un Maestro Ascendido. Maesro Ascendido Saint Germain. Discurso XIII".