Saciar la sed del prójimo

Amados hijos de la Luz:

Si alguien tiene sed y les da una copa, su primer impulso será el de llenar esa copa con algún líquido, el cual satisfará ese deseo en los vehículos del individuo.

En el momento que llenan la copa y se la devuelven al individuo, cesa su responsabilidad. Sea que el la beba o que la derrame, o sea cual fuera el uso que sus fuerzas corporales le den a esa bebida, no es responsabilidad de ustedes ni, en gran medida, requiere la atención adicional suya, de sus pensamientos ni de sus sentimientos, excepto en lo concerniente a hacer un llamado pidiendo la iluminación de dicho individuo.

De igual manera, cuando un individuo profesa un interés en la ley Superior y tiende la copa de su conciencia a la Jerarquía, no se le puede negar una descarga de sustancia para llenar ese recipiente, lo cual usualmente viene de un Maestro o de un mensajero del Reino Angélico. El cáliz es llenado con la particular necesidad o requerimiento del momento.

Cuando ustedes elevan su cáliz a su Presencia y a los Maestros mediante una oración, una invocación, un decreto o un sentido deseo, es inmediatamente llenado, porque la Ley de la Vida es que una bendición solicitada nunca puede ser denegada. No hay ser humano - sin importar la acumulación que pueda rodear a su ser externo - que alguna vez se le haya negado, niegue o negará una bendición cuando la copa es elevada pidiéndola, y emana la invocación por tal vertida. 

                                                                                                                                         El Mahá Chohán

"Boletines privados de Thomas Printz. Volumen 3"