Tómate tu tiempo para ser santo
"¡Oh Dios, dame paz!" ¿Saben ustedes, queridos amigos, qué
representan esas pocas palabras? Pues, representan la oración más
rezada por la humanidad de esta Tierra en todo clima, por toda raza,
en todo idioma. Muy a menudo, estas palabras no son siquiera
pronunciadas, sino que se elevan como el silente clamor del corazón
del individuo en medio de su zozobra.
¿No les resulta extraño que una cualidad y condición de vida TAN
deseada sea tan difícil de obtener y sostener tanto por el individuo
como por las masas? ¿Por qué es esto? Quizás porque no estamos
buscándola en el sitio correcto. En nuestras experiencias diarias de
vida, cuando necesitamos o queremos algo, doquiera que sea posible
vamos donde SABEMOS -o, al menos, PENSAMOS- que puede
encontrarse. Alguien dijo, si la perspectiva no se ve bien, trata mirar
hacia arriba, y esto nos da una guía en cuanto al sitio donde
podremos encontrar paz. ¿Por qué será que cuando el dolor y la
congoja casi llegan al punto de tornarse insoportables, el sufrido
individuo invariablemente mira HACIA ARRIBA? Pues, porque el
corazón sabe instintivamente que arriba de nosotros está la paz -
Ley Divina y Orden Divino, y singularidad de propósito para hacer la
Voluntad de Dios, bendiciendo a toda la vida con paz.
Prescindiendo del pensamiento, sentimiento o creencia religiosa de
cualquier persona en la Tierra ¿existe alguien que pueda pensar en
PAZ y no identificarse simultáneamente con el amado Jesús, quien
en su diario bregar en sí, puso de manifiesto esta cualidad hasta el
punto en que se convirtió en la encarnación de la misma y se le llama
el "Príncipe de la Paz"? Jesús logró esa perfección, aquí mismo en su
cuerpo físico en el mundo de las apariencias físicas, dijo, "las cosas
que yo he hecho ustedes las harán también." Por consiguiente, si el
amado Jesús alcanzó ese estado de conciencia aquí en la Tierra,
también puede lograrlo todo aquel que lo desee. ¿Cómo? Pues
haciendo lo que Él hizo. Recuerden las palabras de viejo himno, "Él
es el gran ejemplo y patrón para mí". Un patrón que se sigue
correctamente le dará a todo aquel que lo utilice el mismo resultado,
por lo que ¿qué mejor patrón podríamos seguir que el de uno que se
ha convertido en la cualidad en sí, de lo que deseamos?
Nuestro bendito Maestro dio reconocimiento constante al Padre
primero, antes de tratar todo lo demás, y se pasaba definitivamente
un tiempo durante el día en que ponía su ATENCIÓN indivisa en el
"Padre", como él llamaba a su propio Ser Divino. La palabra
"atención" es el secreto de todo esto, ya que, ¿qué puedes tener o
SABER en tu vida sin poner tu ATENCIÓN sobre ello? Tu atención
es tu conciencia -esa corriente de energía que fluye en y a través de
tus cuerpos, mente y mundo, la cual anima tu forma física, te
permite vivir, pensar, sentir y en general tener tu SER. En resumen...
¡la conciencia ERES TÚ! Todo aquello con lo que tu conciencia se
conecte, en ese instante comenzará a fluir a tu mundo y allí se
manifestará; y con la concentración suficiente, hasta se estampará
sobre la carne de tu cuerpo en sí.
Puede que ésta sea una ilustración burda, pero tu atención es como
una manguera que, al estar conectada a una pluma de agua, llevará
la nueva vida contenida en el agua al césped seco ubicado a cierta
distancia, reviviéndolo mediante el don de su propia vida. Sin la
unión del césped con el agua mediante la manguera, no podría
lograrse bien alguno. Pues, igual ocurre con la atención - al darle
tiempo cada día a la contemplación del Príncipe de la Paz, esto nos
conecta definitivamente y de una vez con Su conciencia, LA CUAL
ES PAZ, por lo que fluye en, a través y alrededor de nosotros, y
también nos da paz.
Muy poca gente se toma el TIEMPO para hacer esto porque el
mundo en que vivimos hoy no te dejará hacerlo. TIENES QUE
TOMARTE EL TIEMPO para hacer esto - "tómate el tiempo para
ser santo", y a medida que establezcas este hábito en tus
sentimientos, no desearás descontinuarlo ya que será el momento
más feliz de tu día. Cuando hayas atraído lo suficiente de Su
Sentimiento de Paz a ti, éste hará por ti exactamente lo que hizo por
Él, te sacará de todo lo humano y te llevará a todo lo Divino -a esa
maestría que se pretendía expresaras desde el principio. Hay
legiones de ángeles de la Paz Crística Cósmica, y a éstos invoco
fervorosamente para que te rodeen AHORA MISMO y habiten
contigo, sosteniendo y expandiendo tu paz por siempre.
De, "Diario del Puente a la Libertad. Lady Nada. Por Por V.F. Angelday"