VOLUNTARIEDAD DE SERVICIO
Su servicio es voluntario, Hijos de Dios. Nadie les pidió que vinieran, al igual que nadie me
lo pidió a Mí. Nadie le pidió al gran Saint Germain o a mi Santa Madre que vinieran. Sólo el Amor
a la Vida, el amor a Dios, y el deseo de ver que Su Reino venga, ha hecho que cualquier corriente de
vida hinque la rodilla ante el Tribunal Kármico. Sólo un Amor así podría tomar el voto de prestar
una asistencia más que ordinaria; de llevar más que una cruz ordinaria; de expiar el karma ajeno, y
de exiliarse en un planeta cuyo eje está torcido>>.
¡Recuerden que el Amor los impulsó a venir, y el Amor los mantendrá unidos mientras
permanezcan aquí! Siempre y cuando el Amor a Dios palpite fuertemente en sus corazones, ese
Amor llenará sus sentimientos hacia el Maestro, y ese Amor pasará a través de ustedes a su
prójimo...¡no les quepa la menor duda! Cuando ese Amor se vuelve amargura, resentimiento,
rebelión, inercia espiritual o desgaste espiritual, entonces, en la privacidad de sus propios corazones
y habitaciones, pidan la Vitalidad Espiritual, pidan la asistencia espiritual de arriba. Que vuelva a
ustedes ese calor, ese gozo, ese entusiasmo que conocieron antes de tomar un cuerpo físico, cuando
estuvieron con Saint Germain en la Libertad de los Niveles Internos y vieron un planeta libre-en Dios; vieron a hombres y mujeres que vestían Túnicas de Libertad; no se conocía la enfermedad, la
epidemia ni la muerte. Es necesario --- más de una vez en el curso de una vida en la Tierra --- que la
Vitalidad Cósmica y la infusión de energía espiritual los sostengan. Ningún hombre está completo
de por sí. El gran y poderoso Arcángel Miguel, el amado Gabriel, el amado Rafael, todos los
Arcángeles nos sostuvieron a Mi Madre, a mi Padre y a Mí. Durante aquella noche en Getsemaní, la
presencia de los Arcángeles Me dio el valor para renovar Mi voto. Cuando Me encontré sólo,
cuando aquellos que más Me amaban se encontraban durmiendo; cuando el futuro sostenía otra
dulce primavera, con los pájaros cantando y las flores floreciendo, el rocío salino del mar llenaba
Mis fosas nasales, y el fuego vital de un cuerpo que nunca supo lo que era la enfermedad fue
vigorizado por las pulsaciones de resurrección...¡entonces Yo escogí dar esa vida!
Nosotros observamos --- mejor de lo que ustedes pueden imaginarse --- las renovaciones y
agotamientos individuales. Sólo les recuerdo que así como Yo recibí asistencia, así la recibirán
ustedes también. ¡Sabio entre ustedes es aquél que se atenga a esto! Sabio es aquel de ustedes que
expone su alma y espíritu en cada oportunidad a la vitalidad que fluye desde los Arcángeles a través
de la Tierra...
De, "Los Maestros Ascendidos escriben el Libro de la Vida. Por el Amado Maestro Ascendido Jesús"